lunes, 30 de mayo de 2011

ÁNGEL, 'EL BÚHO'. ROCK'N'ROLL EN LA PIEL

El mundo del Rock’n’Roll clásico siempre ha tenido relación con el tatuaje. Muchos rockeros ha lucido y lucen emblemas en su piel. Pero no cualquier tipo de tatuajes. Los diseños más tradicionales y artísticos han sido los motivos más habituales entre músicos y aficionados a este tipo de música. Los rockeros de Castellón no son menos en ese aspecto. Y tienen la fortuna de tener aquí a uno de los profesionales más reputados del país. Ángel Granell, alias ‘el Búho’, lleva ya años decorando las pieles de los amantes del rock primitivo de Castellón. Pero también han venido a verle visitantes de toda España que saben que un ‘tattoo’ del Búho siempre es digno de lucir.

Ángel ha tenido siempre facilidad para el dibujo. “Las letras y los números no son lo mío”, confiesa. Pero su habilidad para los trabajos manuales, su buen trazo y su espíritu creativo le han llevado a ser lo que es. Empezó un poco de casualidad. O a causa del entorno callejero en el que creció, en pleno barrio de La Guinea en Castellón, donde sigue teniendo su estudio. “Yo empecé a pinchar con 13 años a los colegas de la calle. Entonces hacía dibujos muy sencillos y los hacía a mano”. También, con 19 años, se fue a hacer la mili en la Legión, donde tatuó a sus compañeros de armas. Recuerda que fue por entonces cuando se fabricó su primera máquina con un radiocassette. “Era casera, pero gracias a ella ya empecé a poder hacer trazos más finos y a estilizar mis dibujos”.

Autodidacta, explica que su evolución se desarrolló al tiempo que la cultura del tatuaje en España. “Yo he ido creciendo a medida que la gente empezaba a demandar mejores dibujos. En los 80, valía con hacer un corazón y poco más. Pero ahora no sirve cualquier cosa”. También, hoy en día, los clientes buscan mayor personalización. “Antes se tiraba más de catálogo y diseños ya predefinidos, pero ahora muchos traen la idea en la cabeza”. No obstante, no todo es factible. “Muchas veces hay que guiar al cliente y convencerle de lo que puede quedar mejor, aunque sea cambiando su concepto inicial. Se trata de hacer el mejor trabajo posible dentro del gusto de cada uno”, observa.

También se ha ampliado mucho el perfil de público. “Antaño el tatuaje se relacionaba más con el ambiente de la calle y con los legionarios. Pero ahora se pinta todo el mundo. Médicos, abogados, policías… Por aquí pasa todo tipo de gente”, señala el Búho respecto a su clientela. Y, por supuesto, rockeros. “No vienen muchos porque no hay muchos. Pero los que son, vienen por aquí”. En todo caso, matiza que los tipos de diseño preferidos por los amantes del R’n’R también son los más demandados hoy en día por el público en general, “junto a los japoneses”. Y también añade los artísticos o de retrato, que se suelen decorar con otro tipo de motivos. “Generalmente no se suelen mezclar mucho los estilos. El que está muy en desuso últimamente es el tribal”, apunta.

Desde 50 euros se puede tener un tatuaje muy sencillo. “Es un mínimo porque preparar las cosas para ponerse a tatuar tiene un coste. A partir de ahí, el límite del precio lo pone el consumidor según lo que quiera hacerse”, señala. Le resulta imposible decir cual es el tattoo más caro que ha hecho. “Los más caros no se hacen de una vez, sino en varias sesiones. Y claro, la cosa va sumando. Pero nunca lo he calculado”, confiesa. Lo de tatuarse en varias sesiones, en cualquier caso, no sólo está motivado por distribuir el pago. “Estar más de 3 horas tatuándose resulta pesadito. Aunque también depende de la parte del cuerpo. Hay zonas menos sensibles que otras y que pueden aguantar más tiempo con la aguja”, explica Ángel sobre su labor.

El estudio de tatuajes del Búho, abierto tal y como es ahora en agosto de 2004, rezuma sabor años 50 por todos los lados. Fotos de actrices del Hollywood más glamouroso, una juke box en la que suena rock clásico a todas horas, una nevera de Coca-cola de diseño vintage, un sillón de barbero antiguo y distintos elementos decorativos que recrean la estética de los años dorados del Rock’n’Roll. Por supuesto, también hay fotos de tatuajes. “Esta decoración la elegí por gusto personal y también por darle un ambiente más cálido. La mayoría de los estudios tienen una estética más fría o más heavy. Quise darle un toque distinto”, señala.

De todas formas, Ángel no sólo tatúa en su estudio. Su arte con la aguja le ha hecho ganar premios en varias convenciones. “Ir a este tipo de reuniones no sale rentable de primeras. El precio del stand, la estancia, etcétera no se suele compensar con lo que puedes ganar tatuando allí. Pero a estos sitios no vas a ganar dinero, sino a intentar hacer buenos trabajos, conseguir premios y promocionarte”. Según cuenta, actualmente se hacen en España unas siete convenciones de tatuajes. Una de ellas, la que se hace en Castellón a principios de septiembre. “Me han ofrecido ir a tatuar en alguna en el extranjero. No lo descarto, pero hasta ahora sólo he ido como espectador”, aclara. Respecto a estos eventos de reunión, el Búho añade que “suelen ser buenos porque crean ambiente y animan a los indecisos. Han ayudado a socializar la cultura del tattoo”.

“¿Orgulloso especialmente de algún tatuaje que haya hecho? No sabría decirte. He hecho muchos. Hace poco hice un retrato de Marilyn que me gustó mucho como quedó. Y también uno de Elvis que le hice a Vicente, un rockero de Castellón”, responde a la última pregunta de este blogger.

viernes, 13 de mayo de 2011

DJ MOONWOLF LA PASIÓN NEGRA

Juan Felipe Gutiérrez Molina hubiera sido una persona normal y corriente al que sus amigos llamarían Felipón. Pero,al igual que los superhéroes de la Marvel, un hecho casual, como podría ser la picadura de un bicho, le convirtió en DJ Moonwolf. Además, su insaciable curiosidad le ha llevado a ser uno de los mayores expertos en Rhythm&Blues y música negra de los años 40 y 50 en España. También es un ávido coleccionista de discos, preferentemente singles de 45 rpm y ediciones originales de la época, y uno de los más reputados pinchadiscos en los ambientes de los aficionados al Rock'n'Roll más clásico.

Respecto a esto último, habría mucho que contar. Hoy en día, pocos son los festivales que se realizan en España dedicados al rock más primitivo que no requieran habitualmente su buen hacer a los platos. Se puede decir que es un fijo de eventos como el Screamin' Festival en Pineda de Mar (Barcelona), el Ubangi Stomp en Benidorm (Alicante) o el Big Rumble en Pravia (Asturias), así como en otros festivales, fiestas y saraos del ramo. También han sido solicitados sus servicios en el extranjero. Alemania y Reino Unido son dos de los países en los que el público ha bailado al son de las canciones que pincha. Mientras esto se edita, vuela junto a sus maletas (la de ropa y la de sus singles) a poner discos en el festival de Hemsby en Inglaterra, una de las mecas de los amantes del primer rock de toda Europa y también de fuera de ella.

En los siguientes vídeos, Felipe cuenta el porqué de su extraño apodo, y como se aficionó a la música y, concretamente, al Rock'n'Roll más primigenio y a sus raíces negras. También habla de algunos de sus artistas favoritos y su relación con su principal herramienta de trabajo, los discos. Por último, ofrece una visión de lo que le supone poner música en una escena tan minoritaria como la de los seguidores de los primeros años del Rock. Tanto a nivel de estilos y del ambiente que se cuece, así como la imposible profesionalización.
Moonwolf
es, en cualquier caso y ante todo, un aficionado repleto de pasión por lo que hace. Algo que transmite cuando pone música o, como en este caso, cuando habla con total conocimiento de causa.

MOONWOLF Y LA MÚSICA from Lorenzo Millo on Vimeo.



MOONWOLF Y LOS DISCOS from Lorenzo Millo on Vimeo.



MOONWOLF A LOS PLATOS from Lorenzo Millo on Vimeo.